Torrendia pulchella Bres.

 = Amanita torrendii

  

Descripción: carpóforo que al principio tiene forma de huevo y nace enterrado, en este estadio puede medir de 1 a 2 cm de diámetro, se desarrolla muy rápido, se abre y forma un auténtico sombrero, macizo (sin láminas) con pie y con volva, en esta fase de crecimiento tiene aspecto de un pequeño agarical.

Sombrero: globoso, semiesférico de hasta 2 cm de diámetro, con la superficie finamente granulosa, es de color blanco o crema, a veces aparece cubierto por una placa membranosa que son los restos de la parte superior del peridio al romperse. En la inserción del sombrero con el pie podemos ver una gleba gelatinosa y blanca, sobre todo en los ejemplares muy jóvenes.

  

Pie: cilíndrico, pequeño, generalmente curvado, afilado en los dos extremos, fibroso, escamoso, se separa fácilmente del sombrero y de la base donde conserva la parte inferior del peridio como una pequeña volva membranosa que se desprende con mucha facilidad. Es todo ella de color blanco.

Carne: escasa, frágil y quebradiza, de color blanquecino. Sin olor y sabor destacables.

Localización: nace en otoño, puede ser frecuente y localmente abundante en los sitios donde nace que pueden ser muy variados. En Extremadura tiene preferencia por los suelos ligeros y arenosos principalmente de coniferas (Pinus pinaster) y de encina (Quercus rotundifolia).

Comestibilidad: no tiene ningún valor comestible, debido principalmente a su escasez y al poco rendimiento de su carne.

Observaciones: Torrendia pulchella es una especie de transición entre los ordenes Agaricales y Gasterales. En Extremadura es relativamente abundante; Calonge dice de ella que es una seta muy frágil y delicada, de vida fugaz, que actualmente se encuentra en fase de expansión en España, mientras que en otros países europeos se incluye en las listas rojas de especies a proteger.

Es fácil de identificar directamente en el terreno, debido principalmente a su pequeño tamaño y a su aspecto parecido a una pequeña amanita, con sombrero, volva y pie sin anillo, por su color blanco uniforme y por nacer en suelos muy arenosos.