Agaricus bitorquis (Quél.) Sacc.

Descripción: sombrero de 4 a 18 cm de diámetro, al principio hemisférico, después plano-convexo, robusto y muy carnoso; margen grueso e incurvado color blanco generalmente manchado por restos del sustrato. Cutícula seca, mate, cubierta por finas escamas blanquecinas, rosadas o marron claro.

Láminas: estrechas, numerosas, apretadas, libres, de color al principio rosa pálido, oscureciendo con la maduración de las esporas hasta casi negras.

Pie: corto, ancho, macizo, cilíndrico, engrosado hacia la base que está cubierta por una membrana anular que se asemeja a una volva, blanquecino o rosado desde el sombrero al anillo. Anillo persistente, ínfero, doble, blanco, ascendente desde la base.

Carne: firme, maciza, blanquecina que al corte vira al rosado de forma leve, olor agradable.

Localización: cualquier época, parques y jardines, zonas ruderales, borde de caminos.

Comestibilidad: comestible mediocre.

Observaciones: Agaricus bitorquis se caracteriza por crecer con fuerza y muy enterrado en el sustrato, capaz de levantar caminos compactados y por su doble anillo.

Los ejemplares de las fotografías que ilustran este texto crecían en un parque urbano de Mérida, es una especie muy frecuente y abundante en los parque emeritenses, no tanto en otros hábitats naturales.