Amanita muscaria (L.: Fr.) Hooker.

 

 

Descripción: sombrero  carnoso de  6 a 15 cm de diámetro, al principio globoso, después semiesférico y al final extendido aplanado; margen incurvado, flocoso y ligeramente estriado.  Cutícula de color rojo vivo o rojo anaranjado densamente cubierta de pequeñas escamas blancas  o amarillentas restos de la fragmentación del velo universal.

Láminas: numerosas, apretadas, libres, anchas y  blancas.

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Pie: alto, cilíndrico, ensanchado en la base y formando un bulbo rodeado de escamas algodonosas de color blanco.  Anillo amplio, membranoso, de color blanco con el borde flocoso, a veces amarillento. Volva formada por varios círculos superpuestos, blanca y harinosa.

Carne:  blanca, de sabor y olor inapreciables.

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Localización: abundante, en otoño-invierno, crece aislada o formando  pequeños grupos en todo tipo de suelos, aunque tiene preferencia por los suelos ácidos y las jaras (Cistus ladanifer).

Comestibilidad: tóxica, contiene muscarina en pequeñas dosis en la cutícula, pero no tiene mucho efecto. Su veneno más peligroso es la miceoatropina sustancia tóxica que produce vómitos y diarreas y tiene también efectos alucinógenos producidos por las sustancias muscinol, ácido ibotémico y mustazona por lo que han sido veneradas como setas mágicas.

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Observaciones: Amanita muscaria es una especie  que se caracteriza por su típico sombrero de color rojo, salpicado de pequeños fragmentos blancos, láminas, pie y anillo también de color blanco que la diferencian claramente de la Amanita caesarea (Scop.: Fr.) Pers., con pie, anillo y láminas de color amarillo oro. En días de lluvia se pueden encontrar ejemplares descoloridos y sin los típicos copos blancos pero como ya hemos dicho las láminas y el pie de color blanco evitarán una posible confusión.

En algunas culturas primitivas era usada por chamanes y hechiceros en ritos mágicos para producir alucinaciones y visiones. Es pues una seta alucinógena. Muy conocida también como la seta de los enanitos por haber sido utilizada para ilustrar infinidad de cuentos. Es posiblemente la seta más dibujada y fotografiada de todas las setas y, seguramente todos recordamos las escenas de la hermosa película El Oso; cuando el pequeño protagonista después de perder a su madre se encuentra solo y hambriento y, debido a su inexperiencia come muscarias que le producen una enorme embriaguez y tales alucinaciones que las mariposas que revolotean a su alrededor le parecen al pequeño osito enormes y amenazadores monstruos.